viernes, 13 de abril de 2012

Peligros de la libertad de expresión en Internet

Muy poco duró la libertad de expresión que sentíamos los usuarios de la web desde su aparición hace dos décadas, ante la presión de las fuerzas poderosas que gobiernan el mundo, que no descansan para lograr imponer leyes que afectaran la forma de utilizar la internet como hasta hoy lo veníamos haciendo.

Atrás quedó el desinterés que en un inicio tuvo el gobierno de Estados Unidos por la incipiente red que daba sus primeros pasos en la armada militar norteamericana en la década de los cincuentas, cuando no quisieron invertirle al proyecto que revolucionaria al mundo y prefirieron otorgárselas a la empresas civiles y organizaciones académicas para hacer lo que en la actualidad es la internet.

Hoy los grandes intereses de las naciones poderosas pretenden crear leyes para controlar lo que se publica o deje de publicarse por parte de los usuarios de la red, al quedar demostrada que es un arma infalible para inclusive tumbar gobiernos dictatoriales. En efecto, la población ha despertado de la visión pasiva que tenía de consumir información sin la posibilidad de expresar su opinión, lo que también ha sido aprovechado por los movimientos libertarios como plataforma para realizar sus convocatorias con éxito.

Recientemente pudimos comprobar la relevancia de las redes sociales para desalojar del poder al presidente de Egipto Hosny Mubarak, a quien no le valió tener un ejército armado hasta los dientes para controlar a la población convocada a través de las redes sociales para las marchas de protestas en las céntricas plazas de esa nación norafricana. Similares acciones han ocurrido en otros países.

Marcha convocada por activistas de Anonimous contra el ACTA en Francia.

Ese poder demostrado de la red, también ha puesto a temblar a los poderosos que  controlan la economía mundial. A pesar del rechazo de decenas de millones de internautas alrededor del mundo, Estados Unidos no descansa para que a cualquier precio, se apruebe en el congreso la odiada Ley SOPA, que no es más  la imposición al mundo de la censura en los contenidos que se publican en internet, bajo el argumento de proteger los derechos de autor. En Europa los acólitos están haciendo lo propio para seguir la perversa directriz de los norteamericanos, con normas similares, pero con distintos nombres con el mismo fin de censurar los contenidos en la web y para que los usuarios desembolsen mucho dinero por subir o descargar archivos.


Se pretende que los suministradores del servicio de internet controlen lo que publican sus clientes a  través de la red, lo que es una violación al elemental derecho de la libertad de expresión que nos garantiza la constitución política de cada país democrático y que consigna el artículo 19 de la Declaración Universal de los derechos humanos:

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.”

Por tal razón el primero de junio de 2011 la Organización de Naciones Unidas aprobó la histórica declaración conjunta sobre libertad de expresión e internet, que reconoce que  la libertad de expresión se aplica a internet del mismo modo que a todos los medios de comunicación. No obstante, los poderosos se han valido de diferentes formas de presión y redacción de las normas, que han logrado burlar las disposiciones de orden mundial para conseguir sus objetivos.

Es así que bajo subterfugios y de manera clandestina se aprobó en algunos países promovido por Estados Unidos, el denominado Acuerdo de Comercio Anti falsificación ACTA, cuyo contenido es similar al resto de pretendidas normas que persiguen atentar contra la libertad de las personas y contra la propia red. En el afán de controlar las ganancias por descargas de contenidos de todo tipo, las grandes empresas del mundo lograron el cierre de sitio Megaploud, un duro golpe principalmente para los usuarios adictos a la música y películas, lo cual ocasionaba “perdidas” incalculables a las grandes corporaciones. Estamos de acuerdo en que  debe haber un control del uso del internet debido a que también han aparecido miles de sitios alrededor del mundo que son muy peligrosos para la convivencia de los ciudadanos ya que algunos son sectas que incitan a la violencia o el odio entre razas o por razones ideológicas. Asimismo, auto regularnos los usuarios comunes que perdemos la dulzura del carácter y empezamos a despotricar contra quien se les ponga en frente, provocando el rechazo de la audiencia de cualquier medio de comunicación que permita  comentarios en la web.
En Nicaragua, la empresa Claro, una de las servidoras de internet intentó coartar la libertad de expresión de sus usuarios insatisfechos del servicio, bloqueando el sitio de denuncia que se había conformado para tal fin. Pero, ante la presión que se hizo a través de los medios de comunicación tradicionales, la transnacional no tuvo más remedio que dar marcha atrás, permitiendo la reapertura del sitio de denuncias.
Ver Centroamerica y el Caribe en un mapa más grande 



En fin, el control de la internet se ha convertido en una obsesión y un dolor de cabeza para los que pretenden mantener esclavizados y con una venda en los ojos a los habitantes de un mundo cada vez más despierto y consciente de no dejarse quitar ese derecho a la libertad de expresión que ha costado tanta sangre y vidas humanas a través de milenios. 

Debemos unirnos todos para evitar que unos pocos que ostentan el poder en el mundo nos arrebate este bien tan preciado, no permitiendo que nuestros gobiernos aprueben tratados foráneos que atentan contra las constituciones locales. La historia nos demuestra que la unión hace la fuerza capaz de derrotar a cualquier imperio que se crea con autoridad para esclavizar a los seres humanos del planeta. Un saludo a todos y que Dios les bendiga. Gracias por dejar sus comentarios. 












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